Atragantada por el dolor...



Herida por siempre. Dolida en vida.
Atragantada por una rosa que me atraviesa la garganta.
Apenas puedo permitirme respirar.
Cuando te pienso, cuando te espero, cuando te sueño...
cuando sé que no estás mi vida por días se escapa a la tuya.
Es como un reencuentro. No dejarte marchar.
Olvidar ese echar de menos. Abrazarte y reír, reír a carcajadas.
Cantar. Cantar jotas contigo, soltar algún refrán.
Esperarte. Buscarte con la mirada perdida en el cielo,
perdida en el mar, perdida hasta en sueños.

Has sido ese amor entregado que apenas pedía a cambio mas que una sonrisa, una buena palabra. 
Siempre lo he hecho, siempre me ha parecido poco para lo que mereces, siempre seré tu niña, siempre eres mi madre...aunque ya no estés.

Siempre mantuve que el amor de una madre no se puede tener dos veces ni tampoco perderlo. Sería demasiado ....Siempre mantuve que la cercanía hace el cariño, que el abrazarte, el rozar esa piel de mujer que solamente te envía sonrisas hasta en tu peor momento , es primordial. Siempre mantuve que vivir sin ti nunca sería lo mismo. Sé que no hace falta que te lo diga, sé que lo sabes, sé que no necesitas halagos en demasía, sé que te conformas con que te recuerde, con que no te olvide...pero los mereces. Nunca sabría expresarte bien cuánto te necesito, cuánto!!

Mi garganta atravesada por esa herida clavada no cicatriza. En ocasiones parece que duele menos, en ocasiones parece que sé disimular mejor. En ocasiones mantengo la compostura. En ocasiones, lloro desconsoladamente.

No me hace falta extenderme más para decirte, hoy y siempre que te quiero. Que te llevo en mi corazón día a día, que eres esa persona, mi madre, con quien he compartido si no los mejores momentos, parte de ellos. Que siempre me tendrás contigo y en ti, porque es imposible que las madres mueran. Nunca mueren del todo, sé que su corazón les guarda un rincón muy especial. Muy especial...

El tuyo está pegado a mí. Permíteme ser esa sombra que me enseñaste a ser. Permíteme que cada día te extrañe. Y, como me enseñaste, permíteme que continúe sonriendo al mundo mientras mi vida continúa atragantada, mientras en ocasiones la alegría se torne extrañeza. Mientras hay espinas que se niegan a dejarte respirar. Que me atragantan..

Hoy y siempre, mi mejor "te quiero" mamá.


Imagen: Yung Chen Lin












Comentarios

  1. Precioso homenaje.
    Afectuosos saludos.

    ResponderEliminar
  2. A tu madre no le gustaría tanto dolor dejado, Eres libre, libre de amarla como quieras, pero respeta su silencio y vive tu propia vida. tal vez, mañana, en un mañana tus vástagos llorarán tu ausencia con una sonrisa en la boca, dijiste:
    Os quiero toda eternidad o vida, recordarme siempre sin lágrima alguna, me entristece amores, me entristecen las lágrimas de medianoche.

    ResponderEliminar
  3. No he llorado de milagro...
    Que pena me ha dado.
    Me has hecho recordar a la mía... uffffffff

    Un abrazo gigante para ti.

    ResponderEliminar
  4. Nuestras madres están en nosotras, siempre...
    Sentido homenaje.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Precioso... No hay palabras para ensalzar a una madre. Su amor es eterno y es un amor inexplicable, que reúne una fuerza única y muy especial....

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Un gran homenaje a las madres, las personas que más influyen en nosotros. Bonitas palabras.

    un saludo

    ResponderEliminar
  7. uf
    cuando se pierde a quien se quiere las letras ajenas se hacen propias .. me has tocado..
    sentir así es precioso pero duele el alma tb
    gracias Princesa.. y si nos conocemos de antes.. de mucho tiempo atrás
    un beso muy grande y me alegra el reencuentro
    seguiré tus huellas sin duda!

    ResponderEliminar
  8. hermoso poema dedicado a quién nunca se va del todo, hay lazos eternos, amiga.
    Muchos abrazos.

    ResponderEliminar
  9. Qué bueno, que una madre te enseñe a sonreír incluso cuando lloras por dentro.

    ResponderEliminar
  10. Amiga este es comienzo, apenas leo esto y me atrapaste!.

    ResponderEliminar
  11. Nunca nunca se marchan, se nos quedan pegadas al alma y nuestra vida se llena de vacíos que solo ellas saben llenar

    Un besote muy muy grande

    ResponderEliminar
  12. Siento ese dolor, cuando veo a mi madre que hoy tiene 80 años me pasan muchas cosas, no quiero sentir lo que nos trasmites en este poema...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares